A día de hoy, aproximadamente el 75% del parque inmobiliario de la UE es ineficiente en energía. Esto significa que una gran parte de la energía utilizada se desperdicia. «Dicha pérdida de energía puede minimizarse mejorando los edificios existentes y luchando por soluciones inteligentes y materiales de eficiencia energética al construir nuevas casas», explican desde la UE.
La renovación de los edificios existentes podría reducir el consumo total de energía de la UE en un 5-6% y reducir las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente un 5%. Sin embargo, en promedio, menos del 1% del parque nacional se renueva cada año. «Para cumplir con nuestros objetivos climáticos y energéticos, las tasas actuales de renovaciones deberían al menos duplicarse», dicen los expertos.
Además de las ganancias medioambientales derivadas del menor uso de energía, las personas en toda la UE también se beneficiarán de una mayor eficiencia energética en sus hogares, en el trabajo, en las escuelas y otros edificios. Los edificios con eficiencia energética generarán facturas de energía más bajas y una menor demanda de energía. En algunos casos, también se beneficiarán del aumento de las fuentes de energía renovables. Estos cambios también conducirán a una mejor calidad del aire y una mejor salud
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